Uno de los efectos no deseados más comunes de las cirugías estéticas es la fibrosis. Este problema se empieza a notar desde el postoperatorio, cuando aparecen unos pequeños bultos en la cicatriz que se empiezan a endurecer y también a doler. Es una situación frustrante para las personas que recurren a la cirugía estética buscando mejorar aquellas partes del cuerpo con las que no están a gusto.
La fibrosis postquirúrgica es mucho más habitual de lo que se piensa. No está asociada a ninguna cirugía en particular, igual se puede presentar después de una liposucción o una abdominoplastia. En términos generales puede aparecer luego de cualquier intervención quirúrgica, pero hay algunas en las que esta complicación es mucho más frecuente.
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En el campo de la cirugía estética, el término fibrosis denomina también a todas las protuberancias, bultos o endurecimientos que aparecen luego de una operación y que desfiguran al paciente, le causan molestias e incluso dolor. Como se mencionó anteriormente, la fibrosis postquirúrgica puede ser un efecto no deseado de cualquier cirugía y su aparición está relacionada con la adherencia de la grasa a los tejidos durante la cicatrización. Lo anterior genera un proceso interno que se nota exteriormente a través de bultos.
La fibrosis puede presentarse durante el postoperatorio y también durante todo el proceso de recuperación de la cirugía. De hecho, es posible que las personas que son intervenidas quirúrgicamente puedan ver estos efectos varios meses después de la operación. Esto produce efectos negativos en la autoestima de los pacientes, ya que las evidencias antiestéticas de la fibrosis, opacan los resultados deseados cuando se tomó la decisión de realizarse una cirugía estética.
¿Cómo se puede reducir la fibrosis?
En Clínicasestéticas existen muchas consultas sobre los tratamientos más efectivos para eliminar la fibrosis luego de una cirugía estética. Algunas personas preguntan directamente a los cirujanos en nuestro consultorio virtual sobre la aparición de estos efectos no deseados tras una liposucción o una abdominoplastia. Por esta razón, los especialistas en cirugía y medicina estética han sugerido la realización de algunos tratamientos postquirúrgicos para mejorar la apariencia de los bultos y endurecimientos.
Entre los métodos más comunes y recomendados para mejorar esta condición se encuentran: los masajes postquirúrgicos, la corriente galvánica, las ondas de choque, la cavitación, la lipoláser y la carboxiterapia. La elección de cualquiera de ellos, como siempre, dependerá del médico tratante y de la gravedad de la fibrosis. A continuación, presentamos una breve descripción:
Masajes posquirúrgicos. Son indicados para mejorar los resultados de la cirugía y también para acelerar la recuperación del paciente; se recomiendan sobre todo en operaciones de gran complejidad como la liposucción.Dentro de estos masajes, el más conocido es el drenaje linfático.El número de sesiones que requiere el paciente será determinado por el especialista de acuerdo con cada caso.
Los masajes se realizan habitualmente con las manos, pero esto no impide que muchos profesionales usen otros tipos de elementos y aparatología, como los ultrasonidos, si lo recomienda el cirujano.La persona que realiza los masajes debe ser especializada en este campo porque de otra forma, podría causar daños graves en el organismo del paciente.Por esta razón, los masajes deben ser confiados a las manos de expertos.
Corriente galvánica. La aplicación de corriente galvánica sobre la fibrosis logra estimular la reparación de tejidos y adicionalmente logra destruir los que están afectados por el proceso anormal de cicatrización. Es muy recomendado por los especialistas para tratar la fibrosis.
Ondas de choque. Son conocidas por su eficacia para reducir la celulitis. Por esto, algunos especialistas también la recomiendan como tratamiento para la fibrosis postquirúrgica ya que su acción facilita la relajación de los tejidos conectivos y la regeneración celular. De esta forma se lograr mejorar la consistencia de los bultos y endurecimientos porque el nuevo tejido será más flexible y blando.
Cavitación. Este procedimiento logra romper, a través de ondas de ultrasonido, los tejidos mal cicatrizados que ocasionan la fibrosis, pero sin afectar los tejidos circundantes. Por esta razón, los cirujanos recomiendan este tratamiento para reducir el endurecimiento producido por una cirugía estética.
Lipoláser. Con este procedimiento se realiza una liposucción con láser que logra eliminar el exceso de grasa y también reducir la fibrosis y otras irregularidades que pueden aparecer con ocasión de una cirugía plástica. Una de las ventajas de la lipoláser es que tensa y tonifica los tejidos a la vez que alisa y da firmeza a la piel.
Carboxiterapia. En este tratamiento se aplica dióxido de carbono para destruir la grasa en una zona determinada. También mejora la circulación, da tonicidad y elasticidad a la piel y reduce visiblemente la celulitis. Uno de sus efectos es la tensión de los tejidos y por esta razón, los especialistas la recomiendan como opción para tratar la fibrosis postquirúrgica.
No sobra resaltar que todos los anteriores tratamientos deben ser realizados sólo por especialistas en medicina estética que cuenten con una amplia formación y experiencia. Con esto se reduce la posibilidad de causar otro tipo de complicaciones, que puedan llegar a empeorar la fibrosis o incluso la salud del paciente.
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